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martes, 5 de octubre de 2010
Il tetto non ha le risposte di oggi.
A veces pienso que nadie me encontraría si me enterrara entre las almohadas de mi cama. Si hibernara entre las sábanas, si me colgara del armario como un murciélago herido. A veces me tumbo e intento encontrar respuestas a todo en el gotelé del techo, pero sólo encuentro risas deformadas y miradas traviesas. Si miro las aspas del ventilador que giran rápido, puedo imaginarme un torbellino que dispara arcoíris por toda la habitación. Pero sólo es el resultado de la velocidad y un efecto óptico. A veces pienso que nadie se daría cuenta si desaparezco bajo la alfombra o me camuflo con las paredes azules, que parecen el cielo, que parecen el mar, que me invitan a desaparecer, pero no puedo atravesarlas. A veces busco respuestas en el techo, pero hoy el gotelé no está por la labor y el ventilador no funciona...
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