Entre-diamantes.
¿Quién inventó la maldita conciencia? Todos hacemos lo que hacemos, pensándolo o sin pensar, ¡vamos si lo hacemos!, y si todo acabara ahí... Pero no, ahí es donde entra la maldita conciencia, vigilante, y sin dejar pasar ni una, recordandonos que todos llevamos un monstruo en nuestro interior y que a los monstruos hay que matarlos. Y eso tiene su lógica porque, al fin y al cabo, en esta vida, todo tiene su fin.
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