Micalleesnuevayork.
Empezó en otoño y duró casi hasta la primavera. A medida que el año se iba volviendo cada vez más oscuro y frío, ella se hacía cada vez más débil. Terminó por mover su cama al lado de la ventana, intentando acariciar la luna antes de que se volviese loca. Desde allí observaba pasar a la poca gente que salía a tirar la basura, las nubes, los árboles moverse, el gato de la vecina peleándose por volver a entrar en casa... Era cuestión de acoplar ese espacio que antes llenaban litros de inconstanteces...
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