Lo haré sufrir. Lo usaré, lo destrozaré si es necesario. Me ataré a sus impulsos físicos que lo atraen a mí. Ha hecho mucho daño en mí. Se ha pasado de la raya y necesito retribuirme un poco de amor que el me quitó. Ese imbécil. Me ha hecho llorar. Me ha hecho vomitar su amor. Me ha dado asco su forma de llevarme a un nivel tan bajo, uno que no conocía hasta unos días. La indiferencia mata, pero más aún el rechazo. Lo atraeré hacia mí, lo haré desear quererme y se lo quitaré, me iré. No es un dolor físico, heriré su altar ego y sus emociones, su hombría. Él no sabe lo que es una mujer cuando está sedienta de venganza. No me conoce cuando me hieren, cuando me toman por tonta. Soy una mujer, despechada, enojada y desilusionada. ¿Existe una peor combinación?
No hay comentarios:
Publicar un comentario