¡Felicidades Mami!

Tus brazos siempre se abren cuando quiero un abrazo. Tu corazón me comprende cuando necesito una amiga. Tus ojos tiernos se endurecen cuando me hace falta una lección. Tu fuerza y tu amor me guiaron y me dieron alas para volar. Hoy quiero darte gracias por todo lo que me has dado y darle gracias a Dios por tener una mamá como tú. Sé que muy pocas veces te demuestro lo que siento, sé que la mayoría del tiempo estamos discutiendo, pero de verdad, eres lo que más quiero en esta vida. Que tengas un feliz día y que estés durante mucho tiempo a mi lado.