Borntodie.
Y cuando se cansó de intentarlo, la pobre niña se sentó en el suelo y se echó a llorar.<<¡Vamos! ¡De nada sirve llorar de esta manera!>>, se dijo Alicia a sí misma, con bastante firmeza. <<¡Te aconsejo que dejes de llorar ahora mismo!>> Alicia se daba por lo general muy buenos consejos a sí misma (aunque raras veces los seguía).
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