Borntodie.
En mi opinión, vamos al cine porque queremos ver cuentos de hadas. Una reina durmiente que despierta con el beso de su gran amor. Una princesa que deja a un lado sus joyas para abrirse paso en el mundo. Amantes separados que vuelven a encontrarse. Pero la vida no es un cuento de hadas y los finales felices son escasos y cada uno lleva mucho tiempo. En la vida real, no pasan muy a menudo este tipo de cosas. Por eso, necesitamos las películas para recordarnos que, a pesar de todo, el amor todavía puede florecer en los sitios más improbables, y que, a veces, hasta los cuentos de hadas se hacen realidad.
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