Entre-diamantes.
Hace una semana que el azul marino del Mercedes se perdió al final de la calle... Un lunes que parecía domingo y un beso que no parecía el último. Todo recto, el primer banco a la derecha. Ir a doscientos en la parte de atrás, y de repente, pararse en seco. Coincidir en una canción que acaba en la comisura de sus labios, buscar una razón entre todos los coches grises que pasan por la calle. Y no encontrar razones, ni encontrarte a ti. Al final todo se trata de saber cómo volver, pero no cómo irse.
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