Pondría a mi alrededor todas las cosas que necesitas, para que así nunca tuvieras que irte de mi lado. Construiría muros imposibles de escalar, para que los malos ratos nunca pudiesen llegar a nosotros. Lucharía contra todo pronóstico de lágrimas y borrascas, para que nunca nada pudiese borrarte la sonrisa. Rompería con fuerza cada uno de los relojes para que las manecillas que caminan dejasen de hacerlo cuando respiras en mi mejilla. Trataría de inventar días en los que no hubiese nada que no tuviera que ver contigo, maltrataría tanto a los malos tragos y a los segundos sin ti que no querrían volver nunca más. Aprovecharía tanto cada minuto del color de tus ojos que llegaría un día en el que no sabría ver otro color que no fuese el verde. Conduciría por caminos que no llevan a ninguna parte mientras fuese tu rodilla la que me molestase al poner la quinta marcha. Pensaría tanto en ti que cuando una vocecita me dijese que me acordara de respirar la mandaría callar. Enjabonaría cada día sin mí que hay en ti hasta que no recordases otra cosa que mis besos. Intentaría que todas las cosas bonitas no dependiesen de ti, pero no lo conseguiría. Inventaría nuevas distancias, para que lo más lejos que pudieses estar fuese a mi lado. Gracias por hacer que no tenga miedo de pedirte nada.
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