Te envidio. Porque luchas como si no hubiera mañana y no parece importarte ser mortal. Te envidio, porque cuando te despiertas no piensas en el futuro, sino en el hoy. Porque a pesar del miedo eres capaz de amar, incluso sabiendo que te pueden romper en mil pedazos, como si el mundo no fuese ya lo suficientemente peligroso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario